Sergio Pitol, un pilar de la literatura mexicana
Ha partido uno de los intelectuales mexicanos más importantes de todos los tiempos y un miembro destacadísimo de nuestra comunidad universitaria. El pasado 12 de abril se despidió a los 85 años Sergio Pitol Deméneghi, un autor prolífico que incursionó en distintos géneros por medio de su concepción literaria y consiguió con sus obras el vínculo escritor-lector tan distintivo de la literatura contemporánea, pues sus textos fueron muestra de su genio y de su gran pasión por la representación del ser humano.
En sus obras se propuso retratar al hombre como un ser complejo y ambivalente, que encierra misterios cuantiosos entretejidos a su existencia; narraciones alimentadas tanto por sus propias vivencias como por las de aquellos que se encontraban en su entorno, dándole una forma estética y enriqueciendo un tópico literario emblemático de la contemporaneidad: la otredad.
Infierno de todos, Domar a la divina garza, La vida conyugal, El arte de la fuga y El mago de Viena son sólo algunos de sus libros en los que retrató al pueblo de México, textos en los que se combina un tono nostálgico afectado por su infancia solitaria con una convicción narrativa por contar las vicisitudes de su tiempo. Con estas premisas, Pitol Deméneghi creó obras representativas de la cultura mexicana, con personajes sombríos y enigmáticos que el lector puede identificar como el eterno otro, enmarcados a su vez por tramas que juegan con elementos de la naturaleza, así como con paisajes orgánicos de la mexicanidad.
De esta manera, el legado que deja Sergio Pitol en las letras mexicanas y en nuestra Universidad, es trascendental, con un discurso literario que estuvo siempre abocado a reflejar la complejidad del ser humano abordándolo desde diferentes aristas. Por ello su pluma estuvo plagada de un perspectivismo existencialista que no aspiraba descifrar los misterios que encierra el hombre, sino presentarlos a través de la más auténtica y emblemática percepción artística.